Ir al contenido


Desde sus años escolares, Wander solía reunirse con sus compañeros para reflexionar sobre una realidad que los preocupaba profundamente: la situación de salud en su comunidad. Observaban cómo amigos, familiares y vecinos enfrentaban enfermedades sin acceso a atención médica adecuada, y cómo la falta de educación en salud agravaba problemas que podrían haberse prevenido. Estas conversaciones no eran meras inquietudes adolescentes, sino expresiones tempranas de una vocación orientada al servicio.

Ellos comprendían que, al culminar su formación escolar, tendrían la oportunidad de ejercer sus derechos como futuros profesionales de la salud, con la capacidad y la responsabilidad de salvaguardar vidas y contribuir activamente al bienestar de su comunidad. Para ellos, ser médicos no era simplemente obtener un título universitario; representaba un compromiso profundo con el servicio, con la humanidad y con el deber moral de poner sus conocimientos y habilidades al servicio de los demás.

Veían en la medicina una herramienta transformadora: un medio para prevenir enfermedades, educar sobre hábitos saludables y garantizar el acceso equitativo a una vida digna. Entendían que, a través del ejercicio de su vocación, podrían impactar positivamente la vida de muchos, reduciendo el sufrimiento y promoviendo la salud como un derecho fundamental e inalienable de todo ser humano.

Aunque al inicio muchos padres no alcanzaban a dimensionar la profundidad de esas conversaciones entre jóvenes, con el tiempo comenzaron a reconocer la firmeza, la sensibilidad social y el compromiso genuino que sus hijos manifestaban. La visión que compartían Wander y sus compañeros trascendía la ambición personal: era un llamado colectivo a transformar el sistema de salud, a fomentar la prevención como eje fundamental del cuidado médico y a impulsar el acceso universal a servicios sanitarios de calidad.

Aquellas reflexiones escolares, nacidas en un entorno de inquietud y empatía, marcaron un antes y un después en la vida de Wander. Encendieron en él una pasión inquebrantable por la medicina y consolidaron su decisión de dedicar su vida a la protección de la salud, al servicio comunitario y a la defensa activa del derecho a la vida, especialmente de quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.


 
A lo largo de su carrera, aprendido que la medicina no solo se trata de adquirir conocimientos teóricos, sino también de desarrollar habilidades prácticas, empatía y un compromiso constante con el aprendizaje. Este blog será un lugar donde exploraremos temas relevantes, desde los avances médicos actuales hasta consejos sobre cómo manejar el estrés y la carga académica.

 
Su objetivo es inspirarlos, motivarlos y ofrecerles herramientas que les ayuden a navegar por esta apasionante pero desafiante carrera. Estoy emocionado de compartir este viaje con ustedes y espero que encuentren cada entrada enriquecedora y útil.